El uso masivo de las redes sociales también ha llegado al terreno laboral y hasta a los tribunales, sirviendo las publicaciones digitales en diversas ocasiones como prueba testifical en casos del sector.
Luis Sánchez y Santiago Zamora recuerdan una anécdota especialmente llamativa, que destacan en el artículo. 'Una empleada solicitó un permiso para realizar la mudanza de su domicilio y fue sorprendida en su Instagram tomando el sol en una playa paradisíaca. En su perfil, además, se jactaba de haberse burlado de su superiora, a la que calificaba de no ser precisamente muy sagaz', cuentan para el diario.
Ante una situación como esta, los abogados de ONTIER recomiendan analizar adecuadamente el caso concreto y valorar si realmente es conveniente adoptar alguna medida en la esfera legal. En cualquier caso, añaden, en el momento en el que el usuario acepta tener un perfil digital de libre acceso, faculta al empresario para utilizar los contenidos incluidos en el mismo.
Tras repasar algunas de las sentencias de varios tribunales regionales en los últimos años, Luis Sánchez y Santiago Zamora concluyen incidiendo en la vital importancia de mantener la cautela y la prudencia en el ámbito digital, ya que 'la propaganda que puede realizarse de nuestras infracciones es gratuita y puede convertirnos en víctimas indeseadas de nuestro propio autobombo'.
Para más detalles, podéis leer el artículo completo de El País aquí: Guía digital para el usuario despistado.